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Este artículo está relacionado con la serie de libros de Las Brujas de East End

Freya Beauchamp, es la mítica diosa Vanir del amor y la belleza, hija menor de los dioses del mar y la tierra, Norman y Joanna Beauchamp, hermana menor de la diosa del hogar, Ingrid y hermana melliza del igualmente apuesto dios del sol y la cosecha, Freddie Beauchamp. Junto a su familia, Freya es uno de los personajes centrales de la trilogía de novelas para adultos Las Brujas de East End, uno secundario en el spin-off, “Verano en East End”, y uno menor en la quinta novela de Los Sangre Azul, Sangriento San Valentín, donde hace su primera aparición en el universo literario creado por la autora filipina, Melissa de la Cruz.

Apariencia

Freya Beauchamp es la diosa Vanir del amor y la belleza, dos atributos divinos que se ven reflejados en su apariencia física. Freya es considerada por muchos como la diosa más hermosa de todas, y, a pesar de haber vivido por más de cinco mil años―aunque, con una que otra interrupción a causa de algún accidente―, esta diosa siempre envejecerá físicamente hasta la edad de dieciséis, máximo veintitrés años, dependiendo de la encarnación, debido a que es durante estas edades cuando se tiende a encontrar el primer amor. En la actualidad, Freya mantiene la apariencia de una bella mujer de veintitantos años, y a diferencia de otros dioses atrapados en Midgard―a excepción de su hermana―ella siempre conserva el mismo cuerpo al renacer gracias a que siempre ha sido dada a luz por su verdadera madre. Ahora que Joanna ha encontrado una muerte definitiva, es probable que esto cambie.

Freya es a menudo descrita como una mujer despampanante, que exuda sensualidad por cada uno de sus poros, baja en estatura y de cuerpo pequeño y tonificado, pero curvilíneo. Sus pechos son considerados por muchos como ‘majestuosos’, son grandes, redondos y firmes, imposibles de ignorar, pues es lo primero en que las personas―sin importar su género― centran su atención. Su rostro es igual de imponente, algo de esperarse teniendo en cuenta su naturaleza divina. Tiene grandes ojos verdes gatunos, labios carnosos, nariz pequeña, pómulos por los que cualquier modelo mataría y una voluminosa cabellera rubia rojiza, que luego teñiría de negro con reflejos rojos dorados.

La Historia de Freya

En Tierra de Dioses

Miles de años atrás, cuando el mundo era joven y todo en él nuevo, el apuesto dios Vanir de los mares, Nord, posó sus ojos sobre la más bella diosa de todas, Skadi, la diosa madre de la tierra. Desafortunadamente, la belleza de esta diosa había captado la atención de otro pretendiente, uno cuyas riquezas y poder superaban al del divino pescador; Odín, el dios Aesir del cielo. Ambos dioses querían desposar a la hermosa diosa de cabellos dorados y brillantes ojos esmeraldas, pero solo uno de ellos podría tenerla. Para decidir quién sería el afortunado, lucharían en un duelo, en el que el ganador sería quien despojara a su rival de algo vital, y así fue, el duelo acabó con Nord victorioso, intacto y con una bella mujer con la que pasaría el resto de sus días, mientras que Odín acabó tuerto y humillado.

De esta relación nacieron tres preciosos niños. Mágicos, bellos y regordetes. El primero fue una niña, rubia como la madre y de ojos cristalinos como el padre. Decidieron llamar a su primogénita, Erda, diosa Vanir del hogar, pues fue su llegada la que hizo que pudieran tener uno al fin. Años más tarde, nacerían el mismo día una hermosa pelirroja y un reluciente varón con mechones de oro. A estos gemelos los llamaron Freya, diosa Vanir del Amor y Fryr, dios Vanir del Sol.

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Freya en los bosques de Vanaheim.

Junto a su familia, la diosa del amor creció en el pacífico Vanaheim, el mundo de dioses dadores de vida, guardianes del hogar y la tierra. A medida que crecía, la joven diosa ganó la reputación de ser la más hermosa diosa de todas, más hermosa incluso que su propia madre. Sus atributos físicos la hicieron objeto del deseo de algunos dioses Vanir y muchos otros en los ocho mundos que desprendían de las ramas del árbol de la vida, como los Aesir, dioses guerreros del cielo y la luz, residentes del vecino Asgard.

Fue al borde de los bosques Asgardianos donde Freya vio por primera vez a quien sería el más grande amor de su inmortal vida, el hermoso dios Aesir de la belleza, la luz y la alegría, Balder. Éste llamó la atención de la bella diosa con los sonidos de su lira, pero fueron sus ojos aguamarina los que hicieron que ella se enamorara, aunque como diosa del amor y la belleza, era difícil que Freya pudiera amar a un solo dios, y mucho más difícil, que sólo un dios se enamorara de la doncella pelirroja. Allí, en Asgard, residía otro pretendiente, uno cercano a Balder, pero distinto al noble dios de la lira; su nombre era Loki, hermano de Balder, dios del engaño y la travesura, apuesto como todo dios, pero perverso como ninguno. Ambos hermanos se enamoraron perdidamente de la diosa, y ambos llegaron a estar con ella al mismo tiempo, pero finalmente, Freya tuvo que elegir, y su elección fue Balder.

Freya-Balder-Muerte

Freya lamenta la muerte de Balder.

La unión de la diosa del amor y el dios de la alegría prometía la alianza entre el mundo de los Vanir y los Aesir, algo pensado hasta entonces imposible, pero demostrado probable gracias a Balder, quien no sólo estaba profundamente enamorado de una Vanir, sino que también formó una estrecha amistad con el dios de los mechones dorados, Fryr, el mellizo de Freya. Estos tiempos de amor, calma y felicidad complacían a todos los dioses, a excepción de uno: Loki. El dios de la travesura trabajó entre las sombras, maquinando un plan que acabaría con la alegría de todos, en especial, la de Freya y Balder. El día de la boda de la Vanir y el Aesir, Loki, asesinó a su hermano delante de todos los presentes con una flecha dirigida directo al corazón. Pero ésta no era una flecha ordinaria, pues una flecha ordinaria no podría herir al dios bendito, a quien su madre había protegido al haber hecho jurar a todo ser y cosa que jamás dañarían a su preciado hijo, siendo el muérdago lo único a lo que vio innecesario hacer jurar, ya que le pareció que una planta tan insignificante no podría dañar a nadie, pero para su desgracia, el malévolo Loki no lo vio así, por lo que utilizó el muérdago para forjar una flecha hecha enteramente de este material.

La muerte de Balder dejó a Freya devastada, pero aún en su tristeza, tenía la esperanza de algún día volver a encontrarse con él, y así sería, se lo había prometido su hermana Erda, quien tenía el poder de ver el futuro. Balder renacería poco tiempo después de haber recibido el flechazo, y como su hermana lo había profetizado, se reencontrará con él, pero no en Asgard ni en Vanaheim, sino en otro mundo, miles de años después.

Por su parte, Loki, no contento con haberle arrebatado la vida a su hermano y la oportunidad de amar a Freya, decidió hacerles una última jugarreta a todos los dioses utilizando el tridente de Fryr, el arma más poderosa de los nueve mundos, para destruir el puente Bofrir, la fuente de poder de los dioses, y hacerse con toda la magia para sí mismo. Tras ser descubierto, Loki fue condenado a pasar cinco mil años en la helada oscuridad del Limbo, Fryr a la eternidad, pues fue su arma la utilizada para cometer tan atroz crimen, mientras que Freya y el resto de su familia, al igual que mayoría de los dioses, fueron desterrados de sus hogares divinos y condenados a vivir en Midgard, el mundo de los mortales.

Un Nuevo Mundo

Mordiendo la Gran Manzana

"Oliver volvió a ser él mismo. Todavía conservaba sus memorias del tiempo en que fue el familiar humano de Schuyler, pero ya no sentía esa punzante necesidad, ese dolor en el fondo de su alma. Lo que sea que haya sentido por Schuyler no había sido removido a la fuerza. En cambio, su amor había sido absorbido y dispersado en su espíritu. Ese amor siempre sería una parte de él, pero ya no tenía el poder de lastimarlo. Freya había hecho esto. Ella lo había curado. Freya, la bruja"
―Sangriento San Valentín, parte 1, capítulo 6.
Freya-Bar

Freya compra el Holiday Cocktail Lounge.

A través de los milenios, Freya conoció, experimentó, y llegó a vivir y morir en varios rincones del nuevo mundo, siendo Nueva York, la ciudad que nunca duerme, el lugar donde decidió echar raíces en su más reciente encarnación. Allí, se convirtió en la propietaria del Holiday Cocktail Lounge, un pequeño bar ubicado en la calle St. Mark's Place, en el East Village de Manhattan. En este lugar, recibió a la diversa población neoyorquina desde su apertura a principios del siglo XX, cuando la Ley Seca que regía al país obligó a las personas a buscar alcohol y diversión tras las puertas de este bar clandestino. Su popularidad perduró hasta principios de siglo XXI, algo inusual en la ciudad donde los negocios abrían y cerraban una vez la clientela perdía el interés.

Pero Freya sabía como mantener a sus clientes contentos y con ganas de regresar. Su naturaleza sobrenatural le permitió al bar no ser percibido por las autoridades, incluso cuando rompía la ley vendiéndole alcohol a menores con identidades falsas, como los niños ricos de escuela privada, Oliver Hazard-Perry y su mejor amiga, la hermosa Sangre Azul, Schuyler Van Alen. Ambos adolescentes eran clientes recurrentes del Holiday desde que tenían catorce años, pero dos años después, solo el joven visitaba el lugar, haciéndolo con más frecuencia y saliendo de él más embriagado que de costumbre. Al notarlo, Freya se acercó al joven y utilizó sus habilidades para sentir sus emociones y prevenir que siguiera con su conducta autodestructiva, ya que una vez saliera del bar, iría a una casa de sangre donde se dejaría morder por algún vampiro y así olvidar momentáneamente el dolor causado por la ausencia de su amiga Sangre Azul. Freya distrajo al joven por unas horas hasta que este decidió marcharse, pero no sin antes escuchar las palabras de la bruja, quien le pidió que no hiciera lo que tenía pensado hacer.

Sus palabras parecieron resonar con el joven, pues más tarde, Oliver regresó al bar en horas de la madrugada, justo cuando Freya estaba a punto de cerrar. Ella aprovechó su oportuna presencia y le pidió ayuda con la limpieza del lugar, así no solo le haría compañía, sino que también se sentiría mejor. Oliver aceptó con gusto y una vez acabaron de limpiar, él la acompañó a su departamento en el East 7th Street del Lower East Side, una calle debajo de donde se encontraba el Holiday. Al llegar, Oliver se asombró por la disonancia entre el exterior del departamento y su interior; por fuera, parecía pequeño y humilde, pero al entrar, era espacioso, con varias habitaciones, muebles y electrodomésticos modernos y obras de arte colgando de sus paredes. Pero el departamento en el que Freya vivía era lo menos extraño acerca de ella, todo lo que tocaba parecía hacerse bello y fresco, como los ingredientes que utilizó para prepararle a Oliver unos huevos revueltos encantados que había sacado del libro de hechizos de su hermana mayor, y su presencia le permitía al chico hablar sobre su vampiro sin sentir aquel dolor que lo tenía destrozado.

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Oliver, el familiar humano.

Pasar aquella mañana con Freya le sentó bien a Oliver. Dejó de asistir al bar con la frecuencia que lo había estado haciendo y volvió a asistir a clases en el prestigioso Colegio Duchesne. Pero, una mañana con desayuno y buena conversación no fue suficiente para Oliver. Su interés por Freya había crecido y sus ganas de volver a verla también, por lo que regresó al bar en busca de ella, pero para su sorpresa, la hermosa cantinera no estaba allí. Descubrió que el bar había sido vendido y de acuerdo con el nuevo portero, en el bar no había ninguna empleada llamada Freya, solo tres nuevos cantineros y el nuevo dueño del establecimiento, Mack, quien podría darle certeza de ello.

Determinado en encontrar a Freya de nuevo, Oliver esperó por horas en el Holiday, pero ella nunca apareció. Su única opción ahora era encontrarla en su departamento en el Lower East Side, y así fue. Freya apareció cargando las bolsas de mercado cuando encontró a Oliver esperándola con un ramo de lirios. Se sorprendió al verlo allí, pero contenta de verlo, aunque creyó que no volvería a verlo después de haber lanzado aquel hechizo sobre él para aliviar el dolor causado por no tener a la vampiro con quien había realizado el Beso Sagrado y que lo unía a ella como su familiar. Oliver inquirió acerca de la venta del Holiday, y descubrió que lo había vendido porque había decidido mudarse de Nueva York. Pero antes de irse, Freya debía hacer una última cosa por el chico ─lo invitó a pasar a su departamento y allí tuvieron relaciones. Para Oliver, esa fue la noche en que perdió su virginidad y dejó de sentir lo que sentía por su amiga Schuyler. Para Freya, fue la noche en que rompió varias de las reglas que debían seguir las brujas, no solo utilizó magia, sino que también intervino en los asuntos de los Sangre Azul al romper los lazos entre un vampiro y su familiar

"No puedo irme. Soy feliz aquí. Amo el Holiday Lounge. Además, ayudo a la gente. […] Ayudo a los perdidos, a los afligidos y desconsolados."
―Diario de la Bruja Blanca.

La venta del Holiday Cocktail Lounge no fue algo que se le ocurriera a Freya de la noche a la mañana. Sucedió meses atrás, en abril, cuando Ingrid, su hermana mayor, una bibliotecaria de la universidad Cornell, renunció a su empleo y decidió hacerle una visita en Manhattan antes de llegar a su destino final en North Hampton, donde tendría una entrevista de trabajo para ser la nueva archivista de la biblioteca pública de la ciudad.

Pero, el reencuentro de las hermanas en la Gran Manzana no sucedió como estas lo tenían pensando. El día en que Ingrid llegaría a Manhattan, Freya descubrió a través de las noticias que el tren en el que viajaba su hermana había sufrido un aparatoso accidente en el que hubo solo dos sobrevivientes, siendo Ingrid uno de ellos. Freya visitó a su hermana en el Hospital Beth Israel, donde el personal médico había quedado sorprendido por su rápida recuperación; después de haber estado dos días en coma con varias fracturas en todo el cuerpo, Ingrid despertó y fue dada de alta del hospital.

Freya hospedó a su hermana durante dos días, y aunque su estancia fue corta, su presencia duró lo suficiente para desestabilizar la vida inmortal de Freya. Ingrid le confesó a Freya la verdadera razón detrás de sus nuevos planes laborales. Desde hacía meses atrás, había estado teniendo sueños en los que veía a North Hampton en peligro; la costura que separaba los mundos se abría y de ella emanaba una maldad plateada que burbujeaba en los mares del pueblo y sumergía el lugar entero. También le reveló que esta misma maldad fue la que sintió en el tren antes de que ocurriera el accidente, el cual no había sido ningún accidente, ya que pudo sentir la magia negra de un poderoso dios siendo el que movía los hilos aquel día. Ingrid le suplicó que vendiera el bar y fuese con ella a North Hampton, donde se reunirían con su madre y así podrían descubrir la amenaza que rondaba a su familia y al pueblo y detenerla de una vez por todas.

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Freya decide vender su preciado bar.

Freya aun no estaba convencida de dejar su vida en Nueva York, donde era feliz atendiendo a aquellas pobres almas que buscaban consuelo y compañía en una copa. Para convencerla, Ingrid visitó a su hermana en el Holiday Cocktail Lounge le propuso jugar un juego que jugaban cuando eran niñas. Freya accedió y colocó sus manos sobre las de Ingrid, permitiéndole indagar en su línea de vida y prever su futuro. En sus visiones, Ingrid vislumbró a Freya en North Hampton, comprometida con un apuesto hombre y reunida con su gran amor perdido, Balder.

Las visiones de Ingrid y la promesa de reencontrarse con su alma gemela, bastaron para convencer a Freya de volver a North Hampton. Varios meses después de la visita de su hermana, Freya Beauchamp dejó atrás el Holiday y regresó a su hogar en Long Island, donde pronto conoció al apuesto hombre que le propondría matrimonio, Branford Lyon Gardiner.

Entre Dos Hermanos

"No. Bran no era el problema. El problema era el chico que la miraba desde el otro lado de la habitación. Freya podía sentir sus ojos puestos en ella como una caricia física. Killian Gardiner. El hermano menor de Bran, de veinticuatro años, viéndola como si estuviera en venta al mayor postor y más que dispuesto a pagar el precio."
―Las Brujas de East End, capítulo 1.

Poco después de llegar a North Hampton, Freya consiguió empleo como cantinera en el bar del North Inn, una posada propiedad del viejo Sal McLaughlin. En cuestión de días, el bar se convirtió en uno de los sitios más populares del pueblo gracias a sus deliciosos cócteles y la nueva cantinera que los servía.

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Freya se compromete con Branford Gardiner.

A Freya no le costó mucho tiempo adaptarse a la vida pueblerina. Dentro de poco entabló amistades con sus compañeros de trabajo y formó parte de la vida social de North Hampton, asistiendo a fiestas y otros eventos, como la recaudación de fondos del museo local, un evento de caridad anual realizado al final de la primavera. Fue allí donde Freya conoció al apuesto y tierno, Branford Gardiner, el heredero del alguna vez ilustre clan Gardiner, quien había regresado a este rincón de Long Island con más riquezas que nunca. Pero no fue su dinero lo que le atrajo a Freya. Fue su dulzura, caballerosidad y timidez lo que hizo que la diosa del amor se enamora del mortal que se sonrojó como un tomate el día que su vestido se rompió y cayó semidesnuda en sus brazos. Freya esperaba que el hombre la invitara a salir ese mismo día, pero no fue así. En cambio, visitó el bar todos los días después de su encuentro y nunca dijo una palabra, hasta que Freya se hartó de la situación y decidió ser ella quien le propuso salir en una cita. Cuatro semanas después, Branford Lyon Gardiner y Freya Beauchamp, anunciaron al mundo que estaban comprometidos.

Todo iba de maravilla para Bran y Freya, hasta que llegó el día de su fiesta de compromiso. El gran festejo tuvo lugar el fin de semana del Día de los Caídos en la recién renovada Fair Haven, la imponente mansión ubicada en la isla privada de la familia Gardiner. Gran parte de la alta sociedad de los Hampton asistió al evento para congratular a los tortolos, incluso si realmente no estaban felices por ellos. Freya sabía lo que pensaban de ella en el pueblo, y más de una mujer estaba celosa de su inminente casamiento con el soltero más codiciado del pueblo, la creían poca cosa y dudaban de que sus sentimientos por ella fueran más profundos que simple atracción física. Pero eso no importaba, Bran amaba a Freya y Freya lo amaba a él, o al menos eso se decía a sí misma aquella noche. Sus sentimientos y lealtad hacia Bran estaban a prueba, sus emociones estaban descontroladas y su magia, también.

Freya-Escaleras

Freya sube a encontrarse con Killian Gardiner.

Freya sabía quien estaba causando este embrollo; Killian Gardiner. El hermano menor de Bran, apuesto, carismático y hambriento de ella. Podía sentir su deseo y el sentimiento era reciproco. Freya amaba a Bran, pero la noche de su fiesta de compromiso era a Killian a quien ella deseaba. La pasión y la curiosidad pudieron más que la buena razón y Freya cedió a sus instintos naturales, siguiendo a Killian a uno de los baños de la mansión, donde hicieron el amor, mientras Bran y los demás invitados celebraban su futura unión puertas afuera.

Al Diablo Con la Restricción

Información Sobrenatural

"Freya Beauchamp estaba hecha de magia. Sin magia no era más que alguien que servía bebidas. Ella había sido demasiado buena por demasiado tiempo, todas ellas lo habían sido, ¿y para qué? ¿Qué sentido tenía? Era un desperdicio de sus talentos; ¿acaso debían vivir en las sombras y desaparecer? ¿Actuar como si fueran personas normales por el resto de sus vidas inmortales?"
―Las Brujas de East End, Capítulo 4.

Freya Beauchamp es la diosa nórdica del amor y la belleza, una de las tantas deidades condenadas a vivir en Midgard, el mundo de los mortales, después de ser expulsada por Odín de su nativo, Vanaheim, el mundo de los dioses del hogar y la tierra. Freya nació miles de años atrás en este mundo, donde como todos los de su especie poseía un cuerpo inmortal que le permitía vivir a través de los años manteniendo su joven y hermosa apariencia. Sin embargo, este cuerpo inmortal no era invulnerable, ya que podía ser lesionado o en el peor de los casos, herido letalmente por algún otro dios, logrando así separar el cuerpo del alma y enviarla a habitar el Reino de los Muertos para toda la eternidad.

Freya nunca conoció la muerte en el mundo de los dioses, pero sí lo hizo en Midgard. En este nuevo mundo su cuerpo es realmente vulnerable a daños físicos y puede morir con facilidad, solo que ahora al morir, su alma puede ocupar algún embrión antes de que desarrolle un alma propia y reencarnar a los nueve meses en un nuevo cuerpo. Durante milenios, Freya reencarnó siempre en el vientre de su madre real, la diosa Skadi, pero ahora que ella ha tenido una muerte definitiva, Freya, al igual que su hermana Ingrid, renacerán en nuevos cuerpos y en nuevas familias.

A pesar de ser susceptible a daños físicos graves como cualquier cuerpo mortal, su cuerpo es el de una diosa y por ende posee atributos que los hacen superior al de cualquier habitante natural de Midgard. Ella puede vivir por siglos con la misma apariencia, la cual fluctúa entre la adolescencia y los primeros años de la adultez, las edades en que normalmente una persona encuentra su primer amor, pero puede alterar su apariencia a voluntad para darle al mundo la ilusión de que envejece como cualquier ser humano corriente. Además de longeva belleza y juventud, el cuerpo de Freya también ostenta de un factor curativo sobrenatural que le permite sanar cualquier herida en cuestión de poco tiempo, siempre y cuando el daño no sea irreparable, como, por ejemplo, un cuello roto, asfixia, o quemaduras de gravedad. Y pese a que su cuerpo es vulnerable a daños físicos, su sistema inmunológico la hace inmune a todas las enfermedades que afectan a los mortales.

  • Fisiología Divina: Freya Beauchamp es la diosa Vanir del amor y la belleza.
    • Inmortalidad: Freya nació miles de años atrás en Vanaheim, el mundo de los dioses del hogar y la tierra.
    • Longevidad: Mientras su cuerpo no sea dañado irreparablemente, Freya puede vivir por siglos manteniendo la misma apariencia.
    • Reencarnación: Tras ser expulsada al mundo de los mortales, Freya es vulnerable a daños físicos letales. Pero, aunque su cuerpo físico es perecedero, su alma inmortal puede reencarnar en otro cuerpo al poco tiempo de morir. Hasta el momento se le conocen dos causas de muerte a lo largo de los siglos; la primera en 1692, cuando murió ahorcada en los juicios de Salem tras ser acusada de practicar brujería, y la segunda en un incendio producido en un hotel.
    • Manipulación de la Edad: A pesar de que su cuerpo deja de envejecer cuando cumple los veintitantos años, Freya puede manipular su apariencia para ocultar el hecho de que realmente no envejece.
    • Regeneración Celular: Su cuerpo puede sanar cualquier daño físico que sufra en cuestión de minutos, horas, o días, dependiendo de la gravedad.
    • Inmunidad: Freya es inmune a todas las enfermedades que comúnmente afectan a los mortales. Su madre ha dicho que nunca en su vida ha visto a sus hijas enfermarse.
"Freya llevó a su amiga a la frontera del campo, donde los árboles las protegerían de cualquier ojo curioso. Se aseguró de que no hubiera nadie cerca. Primero, debía hechizar el área para encerrarlas. Murmuró las palabras adecuadas y sintió el cambio y la electricidad en el aire. Una sensación eufórica recorrió su cuerpo, haciéndolo hormiguear."
―Vientos de Salem, capítulo 19.

Como todos los dioses y muchas otras criaturas mágicas que habitan los nueve mundos, Freya poseía un increíble poder otorgado por el Bofrir, el puente hecho de hueso de dragón que conectaba su mundo con el reino de los mortales. Se desconoce que tan grande era este poder y qué podía hacer con él, pero tras la destrucción del puente milenios atrás, este poder decreció considerablemente, debilitándola no solo a ella, sino también a todos los de su especie, pues ya no tenían su principal fuente de magia, sino que ahora su poder era autosuficiente. Al ser ahora ella misma la fuente de su propio poder, su magia es mucho más precaria, propensa a agotarse o debilitarse si utiliza demasiado, o a desaparecer si ocurre alguna inconveniencia con las líneas de tiempo por las que fluye la magia que han utilizado los dioses desde su creación.

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Freya lanza un hechizo telequinético en el campo de patatas.

Pese a que su poderosa magia se vio debilitada en este nuevo mundo, Freya continuó siendo una diosa dotada de grandes habilidades mágicas. Entre sus habilidades más destacadas se encuentra la hablidad de alterar el mundo a su alrededor por medio de hechizos, los cuales puede lanzar de manera verbal, no verbal, o por medio de su varita mágica, la cual está hecha del mismo hueso de dragón del que estuvo hecho el puente Bofrir. Estos hechizos pueden ser lanzados en distintas lenguas, como español o antiguo nórdico y, en muchos casos, no parece ser necesario que Freya tenga conocimiento o entendimiento de estas lenguas para que los hechizos necesarios lleguen a su mente en el momento correcto, ya que sus memorias y saberes pasados afloran inconscientemente.

Lanzar hechizos es una habilidad compleja, poderosa y, algunas veces, peligrosa. No todos los hechizos son iguales, algunos requieren de complejos rituales al momento de llevarse a cabo y precisan de elementos mágicos o simbólicos, mientras que otros solo precisan de un encantamiento sacado de algún libro de hechizos o improvisado en el momento. Los efectos de estos hechizos varían dependiendo de la intención y el poder de la bruja. Freya podía traer animales muertos de vuelta la vida cuando era solo una niña, alterar la naturaleza cuando era una adolescente sin memorias en Salem, y ahora, como una adulta en pleno poder, mantener el hechizo que separa a North Hampton del glom, el mundo crepuscular al que solo pueden acceder voluntariamente los seres mágicos.

  • Lanzamiento de Hechizos: Freya puede producir cambios en la realidad con el simple ondear de su varita mágica o por medio de encantamientos proferidos en antiguo nórdico o en alguna lengua moderna. Algunos de estos hechizos pueden requerir de complejos rituales, símbolos, pócimas, u otros elementos para funcionar.
    Entre sus hechizos más destacados se encuentran los siguientes:
    • Resurrección: En su niñez, Freya encontró un hechizo de resurrección en uno de los libros de magia de su madre, el cual utilizó para resucitar a su jerbo mascota, pero dada la complejidad del hechizo y la inexperiencia de la bruja, el jerbo regresó a la vida como un zombi.
    • Protección: Las pociones de Freya están fortificadas con un poderoso hechizo que previene a cualquier persona que las ingiera padecer algún efecto secundario indeseado o sufrir algún accidente a causa del alcohol que se encuentra en ellas.
    • Iluminación: Freya puede conjurar luz desde la punta de su varita para iluminar cualquier lugar oscuro en que se encuentre. Ella utilizó este hechizo para abrirse camino en el túnel mágico que lleva de la casa en North Hampton a su departamento en Nueva York.
    • Florecimiento: Durante su segunda estancia en Salem, a finales del siglo diecisiete, Freya pudo hacer que el capullo de una rosa floreciera en la palma de su mano después de haber murmurado una palabra en una lengua desconocida.
    • Decoración: Freya utilizó uno de los hechizos de decoración de su madre para remodelar el departamento donde vivía en Nueva York. Gracias a este hechizo, el lugar fue adornado con pinturas costosas y amueblado con muebles y electrodomésticos modernos.
    • Transformación: De acuerdo con Joanna, cuando Freya era una niña, solía hechizar a sus compañeras de clase; en una ocasión, cambió el color de pelo de otra niña por haberle robado su crayón.
    • Sanación: Freya puede lanzar hechizos sanadores para reparar daños físicos ajenos. Freya pudo curar el tobillo de Ann Putnam utilizando unas plantas y murmurando un encantamiento en una lengua que desconocía.
    • Ocultación: Freya puede lanzar variados hechizos de ocultación sobre lugares, objetos y personas. Ella lanzó un hechizo en un campo de patatas en Salem para evitar que alguien la viera usar magia delante de su amiga, Mercy. Siglos más tarde, junto a su hermana, lanzó un hechizo sobre sus escobas, ella, Mardi, y Trystan, para evitar que alguien los descubriera volando sobre el cielo diurno de North Hampton.
    • Contención Mágica: Tras la muerte de su madre, Freya y su hermana son las encargadas de mantener el hechizo de contención que mantiene a North Hampton separado del Glom, protegiéndolo de filtraciones sobrenaturales.

Además de lanzar hechizos, Freya posee una variada gama de poderes y habilidades que puede utilizar a voluntad, o instintivamente, sin necesidad de encantamientos o artefactos mágicos. Muchos de estos poderes son característicos de todos los dioses, mientras que otros, aunque han sido exhibidos por otros miembros de su especie, son expresiones de su magia individual.

Entre los poderes típicos de su especie se encuentra el don de la profecía, el cual se manifiesta a través de sueños de variada complejidad; algunos pueden resultar claros de entender, mientras que otros deben ser descifrados e interpretados para ser comprendidos. Estos sueños proféticos son posibles gracias a la conexión especial que tienen los dioses con las líneas de tiempo, ya que no solo su magia está vinculada a ellas, sino también su subconsciente. Los sueños de Freya, a pesar de no ser tan frecuentes como los de su hermana mayor, cuyos dones adivinatorios la hacen una experta en cuanto a sueños premonitorios se trata, suelen ser tan vívidos que se sienten casi reales o imagenes directas de un evento que tiene lugar en el futuro. Freya también puede utilizar su magia en sus sueños y realizar hechizos o invocaciones que pueden tener repercusiones en el mundo físico.

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Freya vuela en medio del mar tempestuoso.

Otra de las habilidades asociadas a los dioses, es su capacidad para negar la gravedad que la mantiene fijadas a la tierra y elevarse libremente en el aire, permitiéndole levitar y volar en todas direcciones. Freya puede volar sin necesidad de ayuda externa, propulsándose y moviéndose en lo alto por pura voluntad. Sin embargo, suele utilizar escobas o cualquier otro objeto similar que le permita sentirse aferrada al mundo bajo sus pies. El uso de escobas también le permite utilizar este objeto como medio de transporte con el cual puede llevar a otra persona sin ninguna dificultad.

  • Oniromancia: Se dice que los sueños de los dioses son proféticos debido a que su subconsciente está vinculado a las corrientes por las que fluye el tiempo. Freya demostró este poder cuando estuvo atrapada en 1692. En su sueño, Freya pudo ver imágenes del siglo XXI, de su casa en North Hampton y de su madre flotando en el mar y luego sumergida en sus profundidades.
  • Vuelo: Todo dios nórdico tiene el poder de negar la gravedad que lo mantiene fijado a la tierra. Freya puede volar por sí misma, sin ayuda de ningún objeto, pero se cree dice que las brujas utilizan escobas y otros objetos similares para desplazarse en el aire para sentirse centradas mientras se elevan sobre el mundo. Freya ha demostrado este poder varias veces; ella voló sobre el cielo nocturno de Salem junto a su amiga, Mercy Lewis. Ella volvió a volar en una escoba en el siglo XXI, esta vez llevando como pasajera a la diosa de ira, Mardi Overbrook, sobre el cielo de North Hampton. A Freya se le ha visto volar sin ayuda de escoba en al menos una ocasión, al hacerlo, extendió los brazos y se elevó en el aire, saltando de un bote salvavidas al barco de Killian para encontrar a Mardi, quien estaba perdida en medio de una tormenta.
  • Transformación Animal: Freya puede adoptar la forma de Siegfried, su familiar mágico. Freya utilizó este poder delante de Tyler Alvarez, quien quería saber que tipo de trucos mágicos podía hacer ella. Solo le tomó unos segundos cambiar su forma humana por la de un gato negro y viceversa.
  • Transformación: Freya tiene el poder de cambiar la apariencia de las cosas. Después de que la Restricción de Poderes Mágicos fue anulada, Freya comenzó a utilizar su magia libremente en el bar, cambiando la apariencia de sus clientes, ya fuese cambiándoles el corte de cabello o la ropa que llevaban puesta. Su hermana también fue víctima de sus poderes cuando en el día de la boda de Hudson y Scott, Freya alteró a escondidas el escote del vestido de dama de honor de Ingrid para que fuera más pronunciado.
  • Manipulación Elemental: Como todo dios, Freya tiene control sobre algunos aspectos de la naturaleza.
    • Aeroquinesis: Cuando Freya usó su magia delante de Mercy en el campo de patatas, el viento alrededor de ellas sopló con fuerza, sacudiendo las ramas de los árboles y levantando el polvo de la tierra.
    • Piroquinesis: Freya puede prenderle fuego a las cosas. Durante su idilio con Killian Gardiner en su fiesta de compromiso, la pasión que sentía Freya en el momento fue tan intensa, que su magia le prendió fuego a un florero que se encontraba en otra habitación.
    • Termoquinesis: Freya puede afectar la temperatura a su alrededor. Cuando su estado de humor se vio decaído después de los eventos ocurridos en su fiesta de compromiso, su magia hizo que las cervezas en el Bar North Inn se calentaran a los pocos minutos de servirlas.
    • Cloroquinesis: La magia de Freya le permite alterar la apariencia de los alimentos que toca. Ella puede hacer que un racimo de menta recobre brillo y su aroma sea tan fresco como si hubiese sido recién arrancado del campo, que las aceitunas enfrascadas pasen de verse revejidas a ser jugosas y regordetas, y que las fresas, melones, o cualquier otro fruto, resplandezcan con su toque.
  • Telequinesis: Freya puede controlar el movimiento de objetos con la mente. En Salem, ella utilizó este poder para facilitar su labor en el hogar de los Putnam, batiendo la mantequilla sin tocar la mantequera, moviendo los huevos del gallinero directo a su canasta y hacer que las patatas fuesen arrancadas de la tierra como por manos invisibles y volaran directo a los contenedores.
  • Tecnoquinesis: Freya puede manipular el funcionamiento de algunos aparatos tecnológicos. Ella pudo encender un bote salvavidas sin necesidad de utilizar las llaves. También fue capaz de hacer que el bote navegara en un mar tempestuoso a velocidades sobrenaturales, superando la velocidad que el motor normalmente permitiría.
  • Manipulación Mental: Freya puede negar el libre albedrío de las personas, obligándolos a hacer lo que ella quiera con solo pedirlo. Ella utilizó está habilidad con un guardavida de las playas de North Hampton, obligándole a entregarle las llaves de su bote para ir en búsqueda de Mardi Overbrook.
  • Conjuración: Al poco tiempo de ser anulada la Restricción, Freya comenzó a usar su magia en el North Inn para conjurar bebidas delante de sus clientes. Al hacerlo, las bebidas aparecían rodeadas de niebla, por lo que los clientes creían que era una manera especial de servir las bebidas y no verdadera magia.
"Ella brindaba amor, fertilidad, deseo sexual. Ella ofrecía a Eros en bandeja de plata, a Venus en su concha. Cupido y sus flechas estaban bajo sus órdenes. Cada fibra de su ser estaba hecha de sensualidad, pasión, y emoción pura."
―El Beso de la Serpiente, capítulo 7.


  • Magia de Amor: Como todos los dioses, Freya tiene una forma de magia especial atribuida únicamente a ella. Al ser la diosa del amor y la belleza, su magia se caracteriza por influenciar y controlar las emociones de las personas y encantar todo a su alrededor para que reflejen lo que siente en su interior.
      • Elaboración de Pociones: El talento de Freya para las pociones es probablemente su habilidad más conocida. Ella puede elaborar brebajes mágicos utilizando alcohol, plantas, hierbas, polvos, y cualquier otro ingrediente que la pócima precise. Por medio de estas pociones, Freya puede alterar las emociones de quienes las ingieren; hacer que parejas distantes estén más unidas que nunca, que la amargura se vuelva amor, que la timidez ceda paso a la desinhibición o la duda sea aniquilada por la certeza.
      • Manipulación del Entorno: Freya tiene la habilidad natural de afectar el ambiente a su alrededor. Esta habilidad está siempre en uso y fuera de su control, ya que es activada por las únicas emociones que no puede controlar: las suyas. Cuando está desanimada o de mal humor, las bebidas y alimentos que prepara se vuelven poco apetecibles o simplemente incomibles, incluso si la preparación es la de siempre, y cuando está alterada, ya sea por estrés o nerviosismo, los perros comienzan a ladrar sin razón alguna y las personas a su alrededor sufren inconveniencias inocuas, como tropezones. Freya también puede afectar los estados anímicos de las personas dependiendo de su estado de humor.
      • Belleza Sobrehumana: Freya es a menudo referida como la diosa más bella de todas. Su belleza es innegable y el efecto que tiene en los hombres y mujeres a su alrededor es indudablemente sobrenatural. Solo basta poner los ojos sobre ella para caer rendidos a sus pies.
      • Manipulación de la Belleza: Freya puede alterar la apariencia de las cosas que toca para que sean estéticamente agradables. Ella suele utilizar esta habilidad en los ingredientes de sus pócimas y comidas para cambiar su color, textura y aroma.
      • Empatía: Freya puede sentir y manipular las emociones de otras personas.
        • Proyección Emocional: La magia de Freya le permite proyectar sus emociones en las personas que la rodean. Su humor y buena energía contagian su lugar de trabajo, haciendo que los clientes estén siempre contentos y el bar se sienta animado. Cuando su espíritu decae por algún motivo, esto se ve reflejado en las personas que visitan el lugar. Ella también pudo hacer que Killian sintiera su presencia en Fair Haven cuando mantenía relaciones con Bran en el piso de abajo.
        • Sanación Emocional: Freya puede curar aflicciones emocionales por medio del sexo. Su magia pudo hacer algo creído imposible hasta entonces: aliviar los sentimientos tristeza, dolor y abandono que sufre un familiar humano que ha sido abandonado por el vampiro con el que realizó el Beso Sagrado. Ella utilizó esta habilidad con Oliver Hazard-Perry, quien después de perder su virginidad con ella, pudo superar aquello que sentía tras ser abandonado por Schuyler Van Alen.
        • Lectura de Auras: Cuando Freya se concentra en alguien puede ver el aura de esa persona. Ella pudo ver el aura angustiada, pero valerosa de Mardi Overbrook en medio de una tormenta.
        • Vinculación: Freya puede crear un vínculo especial con todo hombre con quien ha tenido relaciones sexuales. Este vínculo hace que les sea imposible negarse a cualquier orden proferida por la diosa del amor. Fue gracias a esta habilidad que ella pudo obligar a Loki a entregarle el anillo con el que estaba envenenando Midgard.
        • Premonición: Dependiendo de las emociones que perciba en alguna persona, Freya puede ver su pasado o su futuro, siempre y cuando los eventos que observe estén ligados a esa emoción. Con esta habilidad, Freya puede estar al tanto de las actividades que realizan todas las personas que visitan el North Inn, conocer su historial sexual, sus gustos y frustraciones, e incluso, sus acciones delictivas. Freya ha utilizado esta habilidad para ayudar a la policía de North Hampton a descubrir el homicidio de una mujer de la alta sociedad que había sido envenenada por su ama de llaves. También pudo sentir como una oscuridad había nublado el amor que sentían Ross y Becky Bauman, pudo ver como su relación se deterioró después del nacimiento de su bebé y como Ross decidió marcharse de casa. Su poder también le permitió ver el futuro de la pareja, uno en el que una discusión acabaría con la vida de alguno de ellos.
        • Intuición: Cuando sus emociones están fuera de control, las habilidades intuitivas de Freya parecen elevarse. Ella pudo sentir el olor a flores quemadas en una habitación minutos antes de que su propia magia causara que un florero hiciera combustión. Esta habilidad también le ha permitido en más de una ocasión advertir la presencia del mal en su vida o de algún suceso pronto a suceder.
        • Telepatía: Freya puede saber lo que piensan las personas siempre y cuando estos pensamientos estén ligados a alguna de las emociones que están bajo su dominio. Ella pudo adelantarse a las malas intenciones de Mardi al saber lo que pensaba acerca de Rocky, el pretendiente de su hermana gemela. Y es probable que ella haya podido leer la mente de Oliver cuando este jugueteó con la tarjeta de la casa de sangre donde iría a ser mordido por algún vampiro desconocido.
        • Implantación Mental: Freya puede hacer que sus palabras resuenen en la mente de una persona después de haber hablado con ella. Freya utilizó esta habilidad con Oliver Hazard-Perry, quien pudo ver la imagen de la pelirroja y escuchar el consejo que le había dado cuando estaba siendo mordido por una vampiro en la casa de sangre.
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